El Gobierno del Frente de Todos (FdT) instrumentó en su política económica distintos tipos de cambio de dólar para los sectores productivos y para compradores en general. La implementación del denominado "dólar soja" permitió que el sector exportador agropecuario industrial acceda a cada divisa por $200, en lugar del dólar oficial de $140. Este parece ser el primer paso para que el Palacio de Hacienda comience a abandonar el régimen cambiario actual.
En los primeros cuatro días de su puesta en vigencia, desde el martes hasta el viernes pasado, los exportadores de la industria aceitera nucleados en CIARA-CEC le vendieron al Banco Central de la República Argentina (BCRA) unos 1.500 millones de dólares (de los 5.000 millones de dólares que, según los cálculos del equipo de Sergio Massa, se liquidan este mes).
Esta semana, el ministro de Economía y sus asesores terminarán de cerrar con las autoridades del FMI los principales aspectos cambiarios, fiscales y monetarios del nuevo programa económico que se pondría en marcha después del 30 de septiembre cuando vence la posibilidad de liquidar dólares a $ 200 del sector agroindustrial, consignó el sitio iProfesional.
Según fuentes financieras que operan en Wall Street y han tenido información del FMI y del equipo económico, el nuevo esquema cambiario que comenzaría a regir desde el 1 de octubre próximo tendría tres tipos de cambios fijados por el BCRA:
- El actual dólar oficial, que se iría actualizando de aquí hasta fin de año con "minidevaluaciones" periódicas que seguirían la inflación mensual, al cual sólo podrían acceder muy pocas empresas, en particular aquellas que muestren una mejora de su capacidad exportadora. El valor de este dólar para el cierre de 2022 estaría cerca de los $ 180, considerando de aquí hasta fin de año una devaluación promedio mensual del 7%. En este caso, el aumento del tipo de cambio hasta fin de año sería del 30%.
- El "dólar soja" de $200, que quedaría fijo hasta fin de año y se extendería a otras industrias exportadoras como petrolera, minera del conocimiento, alimenticia y automotriz.
- Un dólar tarjeta que arrancaría en unos $295 a partir del 1 de octubre. En este caso, para encarecer en los próximos meses -por el Mundial Qatar 2022 y las vacaciones de verano- los gastos en turismo pago de pasajes y en el exterior con tarjeta, el Gobierno elevaría del 30% al 45 % el impuesto PAIS y mantendría en el 45% la percepción del de devolución del Impuesto a las Ganancias; por lo tanto, calculando un dólar oficial de $ 140, el "dólar tarjeta" pasaría a costar desde el próximo 1 de octubre unos $295 frente a su cotización actual de $260. El aumento del tipo de cambio en este caso sería cercano al 15%.
Reducir la brecha cambiaria, el objetivo principal
El objetivo del equipo económico es reducir la brecha cambiaria al 50% frente a la actual del 100 por ciento ya que se podría lograr una reducción en los valores de los dólares financieros como el dólar MEP y el dólar contado con Liqui.
El analista Salvador Di Stefano explicó que, de acuerdo a la información que llega desde algunos operadores de Wall Street, desde el 1 de octubre habría un dólar comercial y otro financiero; el dólar turismo sería más alto con una suba del impuesto PAIS del 30% al 50%; y se aumentaría la percepción de Ganancias a niveles del 50% anual. Esto dejaría el dólar turista en el doble del valor del dólar comercial.
"No creo que se elimine el cepo cambiario porque el gobierno está rebajando para muchas licencias de importación automáticas que se transformaron en no automáticas, y además postergó la decisión de pagar con 180 días de plazo las importaciones autorizadas. Pero cuando se pide autorización no hay respuestas a las mismas", afirmó Di Stefano a iProfesional.
Un informe de la consultora Consultatio Plus adelantó que "la implementación del nuevo dólar soja formalizó el abandono del régimen cambiario actual tal como lo conocemos hasta hoy". "El éxito que tuvo en su debut vuelve muy difícil de imaginar cómo hará el Gobierno para no renovarla tras su vencimiento, o como evitar tener que generalizarla a otros sectores", detalla. El esquema híbrido que quedó configurado ratifica la hoja de ruta planteada en etapas del viceministro de Economía Gabriel Rubinstein, pero requiere de ajustes importantes en un plazo relativamente breve, porque tiene limitaciones importantes.
Dólar soja: las limitaciones
Entre las limitaciones más relevantes tal vez la que más preocupación genera es el desdoblamiento cambiario invertido. El informe de Consultatio Plus señala que el actual esquema es un híbrido, a diferencia de los esquemas de desdoblamiento tradicionales donde hay dos tipos de cambio: uno comercial más bajo, con el que se liquidan las operaciones de comercio exterior -como las exportaciones e importaciones-; y otro financiero, más caro, donde se realizan operaciones de financiamiento o de capital con el exterior.
El estudio de la consultora destaca además que en la situación actual hay un desdoblamiento invertido porque el "dólar soja" de $ 200 es más caro que el valor del dólar de la A3550, que es el dólar oficial de $140 que rige los contratos de futuro con el que se calculan los bonos emitidos por el gobierno. Con este tipo de sistema es muy probable que el tipo de cambio oficial se transforme en algo testimonial en el futuro. ¿Quién tendrá la intención de comprar esos bonos como forma de cobertura en el futuro y a donde irán esos fondos? Se pregunta el informe.
La segunda limitación del actual esquema que señalan analistas es que se trata de una compra de dólares para acumular reservas internacionales muy cara para el BCRA, porque compra dólares a $ 200 y los tiene que vender más baratos -a $140- a los importadores en el mercado oficial de cambios.
¿Qué pasa con las reservas del Banco Central?
La semana pasada el BCRA compró unos 1.400 millones de dólares a los exportadores de la industria aceitera a un tipo de cambio de $200 y emitió unos $282.000 millones. Por otro lado vendió unos 550 millones de dólares a $140 y recibió unos $77.000 millones. En resumen, acumuló unos 850 millones de dólares y emitió unos $ 205.000 millones, lo que implica haber comprado esos dólares a unos $240 por dólar.
Al respecto, el último informe de la consultora Invecq señala en relación al esquema del "dólar soja" que la medida cumplió su objetivo produciendo un marcado cambio en la tendencia de acumulación de reservas del Banco Central. "En tan solo cuatro días logró acumular más de 1.000 millones de dólares, cuando en los primeros ocho meses del año esa cifra era de tan solo 40 millones", dice el documento. Las compras diarias fueron por un promedio de 261 millones de dólares, siendo que el promedio de las 15 ruedas anteriores había sido nada más que de 20 millones.
Hasta ahora, según los anuncios oficiales, el Gobierno consiguió 900 millones de dólares por parte del Banco Mundial y 4.200 por parte del BID. Sólo 1.200 millones de ese total será destinado a engrosar las reservas internacionales del BCRA, mientras que el resto tienen por finalidad el financiamiento de obras de infraestructura.
En Wall Street se habla de un colchón de unos 10.000 millones de compras de dólares y préstamos para aumentar las reservas internacionales y a eso se le sumarían otros 5.000 millones de dólares más que provendrían de un impuesto a los capitales de argentinos no declarados en los Estados Unidos.